26/2/21

CORDOBESES EN LA RESISTENCIA FRANCESA

 

    ESPAÑOLES EN EL “PLATEAU DES GLIÈRES”

“El grupo de los cordobeses”, en la lucha contra el nazismo  en la resistencia francesa

 

                                            Por Francisco Moreno Gómez

 

Preliminares 

Como profesional de la enseñanza me considero siempre “de servicio” ante los “próximos”, tratando de enriquecer el intelecto común. Es la proyección social de la docencia. Y en los días presentes, en los que sólo habla el “hombre de la Bolsa”, es deseable también que hable el “hombre de la Colina”, el de la poesía, de las humanidades y de la historia. Muerto Don Quijote, no puede ser que sólo nos adoctrine Sancho Panza. 

         El EXTRACTO es el siguiente: En febrero y marzo de 1944, en plena lucha por la liberación de Francia de los nazis, se dio en la meseta de los Gliéres, cerca de Annecy, un gran episodio de resistencia de 400 franceses y 56 españoles frente a 6.000 alemanes. El 26 de marzo fue el asalto de los alemanes. Los últimos en la evacución fueron el “Grupo de los cordobeses”: los hermanos Ángel, Leonardo y Enrique Fernández, de El Guijo; Demetrio Fernández y Antonio Jurado, de Villanueva de Córdoba; y José Caballero, de Añora, que hacía de jefe. Además actuó Florían Andújar García, de Torrecampo. En otro episodio cayó ante los nazis nuestro comarcano Ernesto Prieto Hidalgo, de Villanueva del Duque. Por esta gesta, José Caballero recibió la Legión de Honor francesa en 2008.

Foto.- José Caballero, de Añora (Córdoba), en los tiempos de la guerra civil.

         Este trabajo es un esfuerzo para rescatar la verdadera labor de los exiliados españoles en la resistencia francesa, luchadores por el mundo, y tiene su origen en una larga entrevista que el 12 de septiembre de 2007 realicé a José Caballero en Añora, para lo cual me trasladé a este pueblo comarcano, luego de saber que este superviviente de los Gliéres venía a su pueblo en verano. Grabación y fotos guardé en mi archivo. En realidad, obedecía al ruego de Fernando López, de Pozoblanco, ya desaparecido, colaborador mío en muchas cosas, afanoso recuperador de la memoria histórica de Los Pedroches. Luego, ya fallecido también José Caballero (27-10-2010), me puse en contacto con sus hijos en Francia, los cuales me facilitaron más datos y fotos. Con todo ello, se fraguó este texto (Véase también Eduardo Pons Prades, Republicanos españoles en la Segunda Guerra Mundial, 2003, p. 260 y ss.).

         José Caballero, el jefe del “Grupo de los cordobeses”, donde estaban nuestros dos paisanos citados, después de sufrir los campos de concentración franceses, pasó, como otros muchos, a las llamadas Compañías de Trabajadores Españoles (CTE), y en este punto inserto su relato de manera literal:

 -En esa Compañía de Trabajadores estábamos: Antonio Jurado, de Villanueva de Córdoba, que había sido capitán profesional antes de la guerra, creo que de Caballería. Era mi brazo derecho, el que me mandaba a mí. Había también tres hermanos de El Guijo. Cada compañía tenía 250 hombres, que salieron de los campos de concentración. Y estábamos siempre trabajando en la montaña.

 

En la resistencia francesa 

          En España, haber participado en la guerrilla, no tiene reconocimiento ninguno, sino todo lo contrario. Es la ley de los vencidos. En cambio, en Francia, haber participado en la guerrilla o resistencia, es motivo de honor y condecoraciones, como nuestro paisano José Caballero, condecorado en Francia, y olvidado en España. He aquí fragmentos de su testimonio:

 --En 1942 escapamos de la Compañía de Trabajadores, y fue por lo siguiente. Resulta que se presentaron allí alemanes de paisano. Nos mandaron bajar de la montaña, nos formaron y nos pusieron a escuchar a los alemanes: Que Alemania necesitaba mano de obra, que querían voluntarios para ir a trabajar allá… y preguntan: ‘Los que quieran ir, que den un paso adelante’. Nadie se movió. Nos miramos unos a otros, y todos quietos. Y amenazan los alemanes: ‘¡Pues si no quieren ir voluntarios, irán a la fuerza!’. ‘Ya veremos’, nos dijimos nosotros.

Decidimos pasar a la resistencia, al maquis. Teníamos enlaces en la ciudad, que dijeron venir a por nosotros. Así que dejamos la barraca y nos fuimos al monte, a la resistencia. Eran finales de 1942. Muchos franceses se sumaban a nosotros. Esto ocurría en Doussard, en el lugar llamado La Combe d’Ire, cerca de Annecy, en la Alta Saboya. Ese fue nuestro escenario de lucha. Así pasamos todo el año 1943, en las montañas, salvo un período de formación, en una Escuela de Cuadros, de Manibeau (¿). La nochebuena de 1943 estábamos allí.

El primer grupo de guerrilleros españoles de la zona de Annecy se había creado el 1 de abril de 1943, el maquis de Mont-Veyrier (al Sureste de Annecy), unos 15 españoles, al mando de Jorge Navarro. El segundo grupo de guerrilleros españoles se creó en junio de 1943, en la zona de Doussard, en el lugar llamado La Combe d’Ire. Se componía de 45 hombres, la mayoría españoles, al mando de José Gabriel Vilches, de un pueblo de Jaén, asesorado por Antonio Jurado (de Villanueva de Córdoba) y José Marí Juan.

 

Los españoles en el Plateau des Glières

          La lucha de los españoles contra los nazis, en la meseta de Glières, cerca de Annecy, es uno de los grandes episodios de la lucha por la liberación de Francia. Los maquis fueron convocados en la altura de Gliéres para recibir un gran parachutaje de armas para la resistencia, pero los alemanes los descubrieron y los acorralaron. El hecho de que allí se encontraran varios combatientes de nuestros pueblos de Los Pedroches, debe ser motivo de recuerdo y orgullo.

--El 1 de febrero de 1944, subimos a la meseta o Plateau de Glières (de 1.400 m.), cuatro destacamentos de españoles: el de Marí Juan, el de Navarro, el de Vilches, y el de Jurado. Suman 60 hombres. Se llamó la ‘Sección Ebro’, del Batallón de Los Glières. La mayoría, andaluces. Luego subieron más guerrilleros de otros lugares, siguiendo las instrucciones desde Londres, hasta un total 450 hombres, de los que 60 son los españoles de la ‘Sección Ebro’.

Más tarde, éramos 56, que se dividieron en dos grupos, porque había dos salidas en la meseta: un grupo lo mandaba Vilches, y el otro, Antonio Jurado, donde yo estaba. Yo mandaba un pelotón o sección, y un muchacho de Málaga, Francisco Perea Galán, otro pelotón. Mi sección se llamaba el ‘Grupo de los Cordobeses’, y éramos: tres hermanos de El Guijo (Ángel, Leonardo y Enrique Fernández), y Demetrio Fernández “Bigotes”, de Villanueva de Córdoba, y yo.

Se supo que los alemanes estaban haciendo un gran despliegue, y no era otra cosa que una ofensiva de rastreo para aniquilar a los guerrilleros. El 5 de febrero comenzó la gran batalla de Los Glières, con una ofensiva de 6.000 alemanes (y franceses fascistas), más otros tantos en segunda línea. A los pocos días cercaron la meseta, nos asfixiaban con las ametralladoras. Tuvimos muertos, entre ellos el teniente ‘Simón’, y prisioneros, como el médico y varios enfermos. Así, acosados, pasamos el mes de febrero, Recibíamos suministro por paracaídas. A mediados de marzo, fuimos bombardeados por la aviación alemana, varios días. Unos días después, la aviación a la meseta, para que no tuviéramos ni escapatoria ni escondite posible. El 25 de marzo sufrimos un bombardeo ininterrumpido desde el amanecer hasta el anochecer, y la artillería alemana acaba con todos los chalets de la zona. El 26 de marzo, los alemanes ejecutan el asalto a la meseta. Nuestro jefe general, el capitán Anjot, firma la orden de repliegue general, evacuan el Plateau, pero nosotros no nos enteramos. Ellos hicieron la evacuación. Entre los muertos había uno de Torrecampo, Florián Andújar García, que iba con el capitán francés. Allí iba también uno al que llamábamos ‘Madriles’ (Ángel Gómez), porque era madrileño. Los guerrilleros se abren camino con bombas de mano. Algunos son abatidos. Los españoles llegan a la lucha cuerpo a cuerpo, mientras llega la noche. El balance fue terrible: murieron 112 franceses y 9 españoles. Cayeron prisioneros, la mayoría heridos, 75 franceses y 5 españoles. Consiguieron romper el cerco y escapar: 293 franceses y 51 españoles. Entre los prisioneros estaban: José Marí Juan (jefe de un destacamento) y el malagueño Francisco Perea Galán. Entre los que salieron estaban Vilches y Antonio Jurado. En cuanto a José Marí, lo llevaron, con cuatro españoles más (uno acabó escapándose) a Annecy, donde sufrieron los interrogatorios del criminal comandante Lelong. De ahí fueron a parar al campo de exterminio nazi de Dachau. Al menos José Marí sabemos que sobrevivió.


Foto.- José Caballero, durante la entrevista que le hice en Añora (Córdoba), el 12 de septiembre de 2007, base de este trabajo. En 2008 le fue concedida en Francia la "Legión de Honor", cosa inimaginable en España, a pesar de la "modélica" Transición.

Nosotros, el ‘Grupo de los Cordobeses’, nos quedamos solos en el Plateau, no sabíamos qué hacer. Estuvimos cinco días escondidos, comiendo nieve. Por cierto que aquellos días ocurrió una tempestad impresionante de nieve. Los alemanes se marcharon. Nosotros no sabíamos por dónde tirar. Buscamos un sitio para descender, y lo hicimos sirviéndonos de unas cuerdas de paracaídas. Pero abajo, en la carretera estaban los alemanes. Y decidimos atravesar un río, que lo hicimos atados, y un campesino nos ayudó con un cable de los leñadores, y pasamos a otra montaña, ya de noche, muertos de frio, mojados. Menos mal que dimos con una casa de campesinos, que nos dieron ropa y de comer. Dormimos en el pajar. Salimos enseguida de allí, para que no se enteraran los alemanes, que los hubieran matado a todos. Luego, nos encontramos al ‘Madriles’, que se había salvado y nos sirvió de guía, para no caer en manos de los alemanes. Nos explicó todo y nos salvó la vida. Este ‘Madriles’ estaba ya luchando plenamente en el maquis.

 

La liberación de Annecy

--Después del desembarco de Normandía (6-6-1944), fue cuando nos lanzamos, en plena lucha de la resistencia, a la liberación de la ciudad de Annecy. Y en una de las últimas operaciones, atacamos el cuartel de los alemanes y los apresamos a todos. Hacíamos emboscadas por la noche, y ya no nos paraba nadie. Otro día nos situamos en una fábrica de calzado, para emboscar a los alemanes, según información de que a las 4 se iban a presentar en la fábrica, pero no vinieron. En todas estas luchas siempre estaban conmigo los tres de El Guijo, y el de Villanueva, Demetrio Fernández.

Una vez liberado Annecy (19 de agosto de 1944), toda nuestra ilusión era entrar en España. Muchos franceses se habían comprometido a venir con nosotros. Y mandamos a Toulouse a uno que tenía dotes de mando, Miguel Vera, que procedía de las minas de Puertollano, natural de Málaga. Pero éste, en Toulouse no dio los recados que le habíamos transmitido. Y ya estábamos varios preparados para venir a Córdoba: los ya citados y otro de Pozoblanco, que se apodaba o se llamaba “Lobo”, que le decían de los Arrieros. Al ver que a muchos que entraban en España los mataban, y que tampoco ayudaban los aliados, consideramos imposible nuestro proyecto.

 Al acabar la II Guerra Mundial, ya me quedé en Francia definitivamente, a rehacer mi vida. Me establecí en Annecy, una ciudad de más de 50.000 habitantes. Fui albañil, estuve en la construcción de un pantano, en fábricas, etc. Me casé en 1951 con Carmen Domínguez, nacida en Francia, pero de padres de Castellón. Tuve dos hijos: uno es profesor y otro, médico.

Siempre pertenecí al Partido Comunista de España. Ahora soy presidente del Amical de los Antiguos Luchadores. El 14 de abril de cada año, siempre celebramos una fiesta, la de la proclamación de la II República. Regresé a Añora, por primera vez, en 1971. Después, hemos hecho siempre una visita cada año.


La concesión de la Legión de Honor

          El 24 de agosto de 2008, con motivo del 64º aniversario de la liberación de Annecy, el general Jean-René Bachelet, presidente de la Asociación de Glières, fue el encargado de condecorar a los españoles José Caballero, de Añora, y a Ángel Gómez, de Madrid como “Caballeros de la Legión de Honor”. En el acto, el general Bachelet dijo: “Hoy la República se honra en concederles la Orden Nacional más alta” (A ver cuándo contemplamos a un general español conceder una condecoración a un maquis español). Bachelet recordó los méritos de los dos españoles, como “antiguos combatientes del Ejército Republicano español refugiado en Francia, después del trágico epílogo de la guerra de España, en la que José Caballero fue oficial. Los dos –continuó en su discurso- fueron internados en campos de concentración y se incorporaron a una Compañía de Trabajadores en la Alta Savoya. En 1943 se incorporaron al maquis, en el “Ejército Secreto”. El 1 de febrero de 1944 cumplieron la orden de Tom Morel de subir al Plateau para un parachutaje masivo de armas, y los españoles formaron allí la “Sección Ebro”. El 9 de marzo, en el ataque alemán, murió Tom Morel, y le sustituyó el capitán Anjot, al que Ángel Gómez escoltó en la operación de evacuación”.

          Hoy, en uno de los jardines de la villa de Annecy, el de la plaza de Ginebra, hay un monumento dedicado “A los españoles que murieron por la Libertad”, cincelado por el escultor exiliado Baltasar Lobo. El monumento que jamás se ha realizado en España. Nuestra democracia atípica, que aún mantiene una vela a Demos y otra a Franco.

 

Los que no pudieron contarlo 

           Muchos exiliados españoles, luchadores por la liberación de Francia, no pudieron contarlo. Este fue el caso de Ernesto Prieto Hidalgo, nacido en Villanueva del Duque, en 1918. Reconocido como héroe nacional en Francia, es ignorado en España. Fue miembro del maquis o resistencia, en la llamada Organisation Spéciale (OS), de francotiradores y partisanos, grupo creado a finales de 1941 por el PCF. La célula de los españoles estaba formada por cinco: Benedicto Blanco Dobarro y Alfredo Gómez Ollero (de Orense, los responsables), Miguel Sánchez Tolosa (Hellín), Basilio Blasco Martín (Zaragoza) y Ernesto Prieto Hidalgo (Villanueva del Duque).

           Estas identificaciones han sido posibles gracias a la labor de Le Colectif du Procés des 42, una asociación en pro de la memoria histórica de Nantes. Mientras los 32 franceses caídos estuvieron siempre identificados, no así los españoles. Una paciente labor de Le Colectif coronó la tarea de identificación de los españoles en 2006. Y por si era poco, hicieron una suscripción popular y erigieron un monumento donde reposan los cinco españoles en el cementerio de La Chapelle-Basse-Mer. La identificación de Ernesto fue la más difícil, porque tenía el único dato de “natural de Villanueva”. La Asociación de Nantes indagó en todas las Villanuevas de España, hasta que dieron con Villanueva del Duque. También en Francia los hay muy decididos con el tema de la memoria histórica. Qué largo calvario el de los demócratas españoles, que por huir de Franco cayeron en las garras de Hitler. Parecía que todo el orbe se había vuelto en contra de los luchadores por la libertad democrática. Hoy, con la “prima de riesgo” y la “austeridad”, el caballo de Atila piafa de nuevo. Y la fiera teutona… rebuzna.

            En aquellos tiempos aciagos, entre el 15 y el 28 de enero de 1943 tuvo lugar el llamado Procés des 42, en el Palacio de Justicia de Nantes, por actividades subversivas contra los alemanes. Estos invasores condenaron a 42 resistentes, 37 de ellos a pena de muerte, entre ellos, los 5 españoles. Fueron fusilados el 13 de febrero de 1943, en los terrenos militares de Le Bêle, en Nantes, y los enterraron en la ya citada localidad de La Chapelle-Basse-Mer. Un caso más de españoles errantes por el mundo, luchando y muriendo por las libertades democráticas, y en nuestro caso, un héroe más de Los Pedroches, entre los pocos que vamos conociendo, en lucha contra el olvido. De Demetrio Fernández y Antonio Jurado, de Villanueva de Córdoba, no sabemos nada. Si alguien pudiera dar noticia, escribir a  fmorenogom@yahoo.es.