25/6/20

EL MAQUIS COMO FINAL DE LAS LUCHAS OBRERAS


MAQUIS Y LUCHAS OBRERAS
José Sánchez Gómez “Carnes”, socialista histórico y víctima del franquismo

                                              Por Francisco Moreno Gómez

Dibujar el perfil de José “Carnes” es diseñar un trozo de la historia de Andalucía, de los años veinte, treinta y cuarenta. La historia de un pueblo no es sólo la de apellidos sonoros, sino también la de otra mucha gente que trabajó, luchó, se asoció y sufrió las injusticias. A estos hijos de la hoz y de la mancera (nuestra estirpe hidalga) perteneció José “Carnes”, que nació en 1888 en Villanueva de Córdoba. Empezó su vida “pública”, en pro del socialismo en este pueblo de Los Pedroches, en 1909, cuando los jóvenes republicanos de Villanueva seguían las doctrinas del radical Lerroux, que visitó Villanueva por estos años. “José -me decía su viuda Bernabea Cantador a comienzos de los 80’s desde Valencia- “no había cumplido aún los 16 años y recorría, en unión de otros jóvenes, los pueblos de Los Pedroches dando mítines y organizando reuniones entre obreros y campesinos”.

Foto.- El líder obrerista José Sánchez Gómez "Carnes", en los años 20, difusor del socialismo en el Norte de Córdoba.

En 1910 se creó en Villanueva la Conjunción Republicana Socialista, con lo que el movimiento obrero local empezó a fortalecerse. En aquella Conjunción, los primeros socialistas fueron: Pedro Díaz, Francisco Cepas Copado, F. García Pedraza y, entre ellos, el entonces joven José Sánchez Gómez. Él fue, precisamente, el que portó la bandera en la manifestación republicana en 1910, tal vez la primera manifestación política del pueblo. La gente se reunió en la plaza, bajaron por la calle Pozoblanco y celebraron un perol en Los Barreros.
En los años siguientes, los líderes socialistas de Villanueva vacilaban entre el anarquismo (que por la provincia difundían las predicaciones de José Sánchez Rosa –de trágico final luego en 1936 en Sevilla- y las posiciones socialistas (que difundía el socialistas cordobés Juan Palomino Olalla, también sacrificado en 1936, junto con su hijo). Por fin, en marzo de 1916, bajo las directrices de José “Carnes”, se creó en Villanueva la primera sociedad obrera, “Sociedad de Profesiones y Oficios Varios”, de línea socialista, “cuyo reglamento –escribe el célebre Díaz del Moral- reproducía con ligeras variantes el del sindicato del Centro Instructivo de Villanueva del Duque. Sánchez Rosa y su literatura habían despertado el sentimiento proletario. Pero Sánchez  Gómez, líder del movimiento, se apartó de aquella corriente inicial, trabó relaciones con Palomino, y en 1917 fue sustituido el primitivo art. 4 del Reglamento, que proclamaba el abstencionismo político y la acción directa, por otro en el que la Sociedad se afiliaba al Partido Socialista Obrero. Desde entonces ha sido esta organización una de las más numerosas y entusiastas del socialismo en la provincia” (pp. 227, 232-233).
José Sánchez Gómez "Carnes" en 1920,
en el patio de la Casa del Pueblo, de la
calle Pozoblanco, 18.

Cuando  el 3 de mayo de 1918 se declaró la primera huelga de la historia de Villanueva, aparece José Sánchez Gómez como el representante de los obreros para negociar con los patronos la jornada de 9 horas y una subida salarial de dos reales. Aquel año de 1918 se creó en Villanueva la Casa del Pueblo, en la calle Pozoblanco, 18, siendo Sánchez Gómez presidente y Antonio Luna Cano, secretario. En diciembre de aquel año tuvo lugar otra huelga en Villanueva, y “Carnes” también actuó en nombre de los obreros estampando su firma en el acuerdo con los patronos, junto con el socialista cordobés Juan Palomino. Eran las luchas obreras del llamado “trienio bolchevista” (1918-1920), por la carestía de las subsistencias, recién acabada la I Guerra Mundial y en medio de una trágica epidemia de gripe, la “gripe española”, con centenares de miles de muertos en Europa. En Villanueva, en el otoño de 1918, se recurrió a una leva urgente de albañiles para construir nichos en el cementerio nuevo. Se dio el caso de casas cerradas, por muerte de todos sus moradores.
El 1 de junio de 1919 se celebraron elecciones generales, bajo el sistema caciquil de la restauración. Sánchez Gómez y la juventud activista hicieron intensa campaña. Acompañado del entonces joven socialista Miguel Caballero Vacas (“el cachorro de José ‘Carnes’), recorrieron los pueblos de la sierra como teloneros del eminente republicano cordobés Antonio Jaén Morente y del socialista de la capital Francisco Azorín. En Villanueva ocurrió algo insólito: por primera el voto de las izquierdas duplicó al de los monárquicos (liberales y conservadores).
El gozo quedaría en un pozo. El gobierno monárquico no iba a tolerar la osadía de las izquierdas. Y se lanzó a aplicar fuerte dosis de “jarabe de palo”, mediante el envío a Andalucía del general La Barrera a comienzos del verano de 1919. En Villanueva empezó a actuar como sátrapa el Teniente “de las Gafas”. Por aquellos días se declaró una huelga en Villanueva. En los arrabales aparecieron letreros de “Muera el de las Gafas”. La represión se desencadenó y se persiguió a los socialistas: Sánchez Gómez, Juan Jódar, el panadero “Curro de Nicolás” y otros sufrieron palizas y les afeitaron la cabeza en seco. A comienzos de julio seguía la huelga pidiendo la libertad de los presos. Consiguieron su objetivo y cesó la huelga.
La represión de La Barrera hizo mella en el movimiento obrero andaluz: detenciones, torturas y deportaciones a la isla de Fernando Poo, cosa insólita. Villanueva resistía, tanto que en las elecciones municipales de 1920 salió elegido el primer concejal socialista: Antonio Luna Cano. Y dos año después, 1922, también José Sánchez Gómez.
Desde enero de 1920 se contempló en España con estupor la gran huelga de los 11.000 mineros de Río Tinto, que duró un año, hasta enero de 1921. La Compañía inglesa, bajo el despiadado Walter Browning, llamado el virrey de Huelva, sometió a los mineros a condiciones de hambre. En noviembre de 1920, unos 3.000 niños hubieron de ser acogidos por sindicatos y casas del pueblo de toda Andalucía, incluso de fuera, yendo algunos bebés con sus madres lactantes. A Villanueva llegaron 20 niños acogidos por la Casa del Pueblo y José “Carnes” (Calle Pozoblanco, 18). Esta foto es histórica. Parece tomada en el corral de la casa citada. Gente renegrida por el trabajo. La dignidad del hambre. Villanueva hospitalaria… ¡Qué lección de solidaridad! Los pobres ayudando a los pobres…

José Sánchez Gómez "Carnes" y su esposa Bernabea, junto a los niños de los mineros de Río Tinto, acogidos por la Casa del Pueblo de Villanueva de Córdoba, con motivo de la gran huelga de los mineros en 1920.

A partir de 1920, la “Casa del Pueblo” de Villanueva (calle Pozoblanco, 18) organizó en su sede una Cooperativa de Consumo. Eran los tiempos de la gran carestía de subsistencias con motivo de la I Guerra Mundial. Los encargados eran José “Carnes” y Antonio Luna Cano, los primeros concejales socialistas. Pero las deudas y los embargos acabaron con la cooperativa y con la sede en 1922. El remate fue la dictadura de Primo de Rivera en 1923. José “Carnes” se vio forzado a emigrar, primero a Dos Torres, luego a Pueblonuevo y, por último, a Córdoba.
         Hacia 1930 encontramos a Sánchez Gómez en la capital cordobesa, de nuevo con puestos de responsabilidad dentro del Partido Socialista, concretamente como presidente de la  Sociedad de Albañiles de Córdoba, de la UGT, hasta que a mediados de 1930 le sustituyeron en el cargo los comunistas emigrados de Villanueva: Adriano Romero y Miguel Caballero Vacas, que convirtieron la Sociedad en Sindicato de la Construcción. A la vez, Sánchez Gómez, que gozaba de la mayor confianza de los socialistas de la capital, Juan Palomino y Francisco Azorín, llegó a ocupar en 1930 la presidencia de la Sociedad de Oficios Varios de Córdoba.
         Con la caída de la dictadura de Primo de Rivera (1930) y la  instauración de la II República en 1931, José Sánchez Gómez volvió a Villanueva de Córdoba y trabajó en las obras del Matadero Municipal. Al final de ese mismo año fue designado vocal obrero del Jurado Mixto Rural en la provincia, siendo presidente de este organismo el catedrático Juan Morán Bayo, primero, y Juan Palomino, después, a lo largo de 1932-1933. 
         Llegó luego el llamado “Bienio Negro” (1934-1935), con la deriva reaccionaria de las derechas (Hitler en el poder desde el 30 de enero de 1933). Estalló luego la revolución de Asturias, como protesta contra la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno. Una oleada de represión se extendió por toda España. Entre los miles de represaliados en España, les tocó también a los de Villanueva. Algunos se echaron al monte, como Sánchez Gómez, los Caballero Vacas, etc., triste experiencia que habría de repetirse años después. “Al poco tiempo –me contó su esposa Bernabea en 1980- fue detenido y torturado bárbaramente, de modo que la piel de la espalda se le quedaba pegada en la camisa. Lo llevaron a la cárcel de Córdoba, de donde pudo salir en los días del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936.”
         Estalló el terrible golpe militar de julio de 1936, obra de los que nunca aceptaron la República, y ocurrió la subsiguiente guerra civil. A José “Carnes” le pilló la tragedia ya en Villanueva y formó parte del llamado “Comité de guerra”. Durante la guerra fue miembro de la organización local del Frente Popular, pero en representación del PCE, al que se adhirió hacia 1936. Al final de la guerra, figuró entre los comunistas apresados por los casadistas sublevados. En la noche del 26 de marzo de 1939, con los franquistas ya en Pozoblanco, alguien les abrió la puerta de la prisión y cundió el “sálvese quien pueda”.
         José “Carnes”, con más de 50 años, buscó refugio por la zona de La Garganta, junto con el grupo del líder Julián Caballero. Luego, se separaron y los grupos se hicieron más pequeños. Sánchez Gómez merodeó siempre al norte de Villanueva. Entre sus compañeros estuvo siempre Miguel “El Parrillero” y alguno más. En 1940 (según la Causa 1.546/1941, Archivo Militar de Sevilla) se constituyó en Villanueva el primer comité clandestino del PCE, al mando del zapatero José Vioque “El Reciencenao”, siendo los miembros restantes: María Muñoz Caballero (La Loba), Isabel Gutiérrez Romero (La Chata), Dolores Romero Cachinero (Hermana del diputado Adriano), y Miguel Cabrera Agenjo. Recibían instrucciones de Adriano Romero, preso en Córdoba, notas que sacaba su mujer Victoria Fernández en un cesto de doble fondo. El principal encargo era recaudar ayudas para los presos en Córdoba, que se estaban muriendo de hambre, como era cierto. Adriano mandó una carta para Julián Caballero. Los del Comité de Villanueva, sobre todo “El Reciencenao”, se afanaban en contactar con Julián Caballero.
         Tomaron contacto con “El Serranillo” y otros tres al Sur de Villanueva, por Navalonguilla, en el sitio La Fuente del Milagro (junio 1941). Y otra vez, con “Los Jubiles”, en la Loma del Sacristán, en la Pizarra, a unos 20 kms. de Villanueva, pero éstos no sabían nada de Julián Caballero. Más suerte hubo al Norte de Villanueva. Un día (mayo 1941) José Vioque se encontró en el pueblo con David Castro Romero “Farola”, cuyo cortijo en la Dehesa de Navaluenga o Dehesilla se había convertido en un punto de apoyo de los huidos. “Farola” le dijo que los iba a ver al día siguiente, y estaba comprando vino y algunas cosas. Y se fueron juntos para allá. Vioque se llevó la carta de Adriano, que estaba en casa de Dolores Romero (calle Tetuán). Y al cortijo llegaron José “Carnes”, “El Parrillero” y tres más desconocidos. José Vioque le entregó la carta a José Sánchez Gómez. Con estos huidos se volvieron a ver en otras ocasiones en el cortijo de “Farola”. Pero con Julián Caballero no pudieron contactar.
         El único enlace que tenía Julián era Juan Reyes Gómez, de la calle Amargura, 5, que estaba de carbonero en la sierra. Era cuñado de Mª Josefa “La Mojea”. En general, por los años 1940 y 1941, los enlaces eran: Dolores Castillo (mujer de Julián), la mujer y las hijas de José “Carnes”, la mujer y el hijo de Bartolomé Caballero, entre algún otro. Les llevaban ropa y alimentos. En otra ocasión, Juan Reyes le llevó a Julián un envío del maestro don Manuel Torralbo “Mazo”: un periódico ABC y una carta con un informe escrito sobre la situación nacional e internacional. Julián le devolvió una nota con su agradecimiento. Esta relación se descubrió luego y “Mazo” fue a la cárcel. Todos los demás, incluido el comité, cayeron en una gran redada en septiembre de 1941, con muchos más de cien procesados: de Villanueva, Jaén, Linares, Córdoba y Sevilla. “El proceso de la centena” supuso entre 2 y 5 años de cárcel para las víctimas.
         Veamos el final de José Sánchez Gómez. Él formaba grupo con Miguel “El Parrillero”, sobre todo, pero a veces se juntaban con Basilio “Panza”, “El Carpeño”, “Cerote” y alguno más. No sabemos por qué, el 24 de noviembre de 1941 estaba solo en un sitio cerca de Ovejuelo (dirección a Conquista), seguramente porque estuviera enfermo o por ahorrarse alguna larga caminata, ya que contaba 53 años. Tenían algún enlace o punto de apoyo en el próximo cortijo de Antonio López, cerca del sitio Peñascares de Illescas.  El enlace, en vez de llevarle medicamentos, le llevó la Guardia Civil. Así, sin más detalles, acabó toda una vida dedicada a un obrerismo secularmente acosado. En su bolsillo se encontró la carta de Adriano, que todavía no había podido entregar a Julián Caballero. Ello provocó nuevos detenidos en Villanueva (Causa 1.354/41). Así llegó el final sangriento de la vida de José “Carnes”, igual que el de infinidad de luchadores antifranquistas. Fue la masacre lenta de una clase social.