MAQUIS Y LUCHAS OBRERAS
José Sánchez Gómez “Carnes”, socialista
histórico y víctima del franquismo
Por Francisco Moreno Gómez
Dibujar el perfil de José “Carnes” es diseñar un trozo de la
historia de Andalucía, de los años veinte, treinta y cuarenta. La historia de
un pueblo no es sólo la de apellidos sonoros, sino también la de otra mucha
gente que trabajó, luchó, se asoció y sufrió las injusticias. A estos hijos de
la hoz y de la mancera (nuestra estirpe hidalga) perteneció José “Carnes”, que
nació en 1888 en Villanueva de Córdoba. Empezó su vida “pública”, en pro del
socialismo en este pueblo de Los Pedroches, en 1909, cuando los jóvenes republicanos de Villanueva
seguían las doctrinas del radical Lerroux,
que visitó Villanueva por estos años. “José
-me decía su viuda Bernabea Cantador a comienzos de los 80’s desde
Valencia- “no había cumplido aún los 16
años y recorría, en unión de otros jóvenes, los pueblos de Los Pedroches dando
mítines y organizando reuniones entre obreros y campesinos”.
Foto.- El líder obrerista José Sánchez Gómez "Carnes", en los años 20, difusor del socialismo en el Norte de Córdoba.
En 1910 se creó en
Villanueva la Conjunción Republicana
Socialista, con lo que el movimiento obrero local empezó a fortalecerse. En
aquella Conjunción, los primeros socialistas fueron: Pedro Díaz, Francisco
Cepas Copado, F. García Pedraza y, entre ellos, el entonces joven José Sánchez
Gómez. Él fue, precisamente, el que portó la bandera en la manifestación
republicana en 1910, tal vez la primera
manifestación política del pueblo. La gente se reunió en la plaza, bajaron
por la calle Pozoblanco y celebraron un perol en Los Barreros.
En los años siguientes,
los líderes socialistas de Villanueva vacilaban entre el anarquismo (que por la
provincia difundían las predicaciones de José
Sánchez Rosa –de trágico final luego en 1936 en Sevilla- y las posiciones
socialistas (que difundía el socialistas cordobés Juan Palomino Olalla, también sacrificado en 1936, junto con su
hijo). Por fin, en marzo de 1916, bajo las directrices de José “Carnes”, se
creó en Villanueva la primera sociedad obrera, “Sociedad de Profesiones y
Oficios Varios”, de línea socialista, “cuyo reglamento –escribe el célebre Díaz del Moral- reproducía con ligeras variantes el del
sindicato del Centro Instructivo de Villanueva del Duque. Sánchez Rosa y su
literatura habían despertado el sentimiento proletario. Pero Sánchez Gómez, líder del movimiento, se apartó de
aquella corriente inicial, trabó relaciones con Palomino, y en 1917 fue sustituido
el primitivo art. 4 del Reglamento, que proclamaba el abstencionismo político y
la acción directa, por otro en el que la Sociedad se afiliaba al Partido
Socialista Obrero. Desde entonces ha sido esta organización una de las más
numerosas y entusiastas del socialismo en la provincia” (pp. 227, 232-233).
José Sánchez Gómez "Carnes" en 1920, en el patio de la Casa del Pueblo, de la calle Pozoblanco, 18. |
Cuando el 3 de mayo de 1918 se declaró la primera huelga de la historia de
Villanueva, aparece José Sánchez Gómez como el representante de los obreros
para negociar con los patronos la jornada de 9 horas y una subida salarial de
dos reales. Aquel año de 1918 se creó en Villanueva la Casa del Pueblo, en la calle Pozoblanco, 18, siendo Sánchez Gómez
presidente y Antonio Luna Cano, secretario. En diciembre de aquel año tuvo lugar otra huelga en Villanueva, y
“Carnes” también actuó en nombre de los obreros estampando su firma en el
acuerdo con los patronos, junto con el socialista cordobés Juan Palomino. Eran
las luchas obreras del llamado “trienio bolchevista” (1918-1920), por la
carestía de las subsistencias, recién acabada la I Guerra Mundial y en medio de
una trágica epidemia de gripe, la “gripe
española”, con centenares de miles de muertos en Europa. En Villanueva, en
el otoño de 1918, se recurrió a una leva urgente de albañiles para construir
nichos en el cementerio nuevo. Se dio el caso de casas cerradas, por muerte de
todos sus moradores.
El 1 de junio de 1919 se celebraron elecciones generales, bajo el
sistema caciquil de la restauración. Sánchez
Gómez y la juventud activista hicieron intensa campaña. Acompañado del
entonces joven socialista Miguel
Caballero Vacas (“el cachorro de José ‘Carnes’), recorrieron los pueblos de
la sierra como teloneros del eminente republicano cordobés Antonio Jaén Morente y del socialista de la capital Francisco Azorín. En Villanueva ocurrió
algo insólito: por primera el voto de las izquierdas duplicó al de los
monárquicos (liberales y conservadores).
El gozo quedaría en un
pozo. El gobierno monárquico no iba a tolerar la osadía de las izquierdas. Y se
lanzó a aplicar fuerte dosis de “jarabe de palo”, mediante el envío a Andalucía
del general La Barrera a comienzos
del verano de 1919. En Villanueva empezó a actuar como sátrapa el Teniente “de las Gafas”. Por aquellos
días se declaró una huelga en Villanueva. En los arrabales aparecieron letreros
de “Muera el de las Gafas”. La represión se desencadenó y se persiguió a los
socialistas: Sánchez Gómez, Juan Jódar, el panadero “Curro de Nicolás” y otros
sufrieron palizas y les afeitaron la cabeza en seco. A comienzos de julio
seguía la huelga pidiendo la libertad de los presos. Consiguieron su objetivo y
cesó la huelga.
La represión de La
Barrera hizo mella en el movimiento obrero andaluz: detenciones, torturas y
deportaciones a la isla de Fernando Poo, cosa insólita. Villanueva resistía,
tanto que en las elecciones municipales de 1920 salió elegido el primer
concejal socialista: Antonio Luna Cano. Y
dos año después, 1922, también José
Sánchez Gómez.
Desde enero de 1920 se
contempló en España con estupor la gran huelga de los 11.000 mineros de Río Tinto, que duró un año,
hasta enero de 1921. La Compañía inglesa, bajo el despiadado Walter Browning, llamado el virrey de
Huelva, sometió a los mineros a condiciones de hambre. En noviembre de 1920, unos 3.000 niños hubieron de ser acogidos por
sindicatos y casas del pueblo de toda Andalucía, incluso de fuera, yendo
algunos bebés con sus madres lactantes. A Villanueva llegaron 20 niños acogidos
por la Casa del Pueblo y José “Carnes” (Calle Pozoblanco, 18). Esta foto es histórica. Parece tomada
en el corral de la casa citada. Gente
renegrida por el trabajo. La dignidad del hambre. Villanueva hospitalaria… ¡Qué
lección de solidaridad! Los pobres ayudando a los pobres…
A partir de 1920, la
“Casa del Pueblo” de Villanueva (calle Pozoblanco, 18) organizó en su sede una
Cooperativa de Consumo. Eran los tiempos de la gran carestía de subsistencias
con motivo de la I Guerra Mundial. Los encargados eran José “Carnes” y Antonio Luna Cano, los primeros concejales
socialistas. Pero las deudas y los embargos acabaron con la cooperativa y con
la sede en 1922. El remate fue la dictadura de Primo de Rivera en 1923. José
“Carnes” se vio forzado a emigrar, primero a Dos Torres, luego a Pueblonuevo y,
por último, a Córdoba.
Hacia
1930 encontramos a Sánchez Gómez en la capital cordobesa, de nuevo con puestos
de responsabilidad dentro del Partido Socialista, concretamente como presidente
de la Sociedad de Albañiles de Córdoba, de la UGT, hasta que a mediados
de 1930 le sustituyeron en el cargo los comunistas emigrados de Villanueva:
Adriano Romero y Miguel Caballero Vacas, que convirtieron la Sociedad en Sindicato
de la Construcción. A la vez, Sánchez Gómez, que gozaba de la mayor confianza
de los socialistas de la capital, Juan
Palomino y Francisco Azorín,
llegó a ocupar en 1930 la presidencia de la Sociedad de Oficios Varios de Córdoba.
Con
la caída de la dictadura de Primo de Rivera (1930) y la instauración de la II República en 1931, José
Sánchez Gómez volvió a Villanueva de Córdoba y trabajó en las obras del Matadero Municipal. Al final
de ese mismo año fue designado vocal
obrero del Jurado Mixto Rural en la provincia, siendo presidente de este
organismo el catedrático Juan Morán Bayo, primero, y Juan Palomino, después, a
lo largo de 1932-1933.
Llegó
luego el llamado “Bienio Negro” (1934-1935), con la deriva reaccionaria de las
derechas (Hitler en el poder desde el 30 de enero de 1933). Estalló luego la revolución de Asturias, como protesta
contra la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno. Una oleada de
represión se extendió por toda España. Entre los miles de represaliados en
España, les tocó también a los de Villanueva. Algunos se echaron al monte, como Sánchez Gómez, los
Caballero Vacas, etc., triste experiencia que habría de repetirse años después.
“Al poco tiempo –me contó su esposa Bernabea en 1980- fue detenido y torturado bárbaramente, de modo que la piel de la
espalda se le quedaba pegada en la camisa. Lo llevaron a la cárcel de Córdoba,
de donde pudo salir en los días del triunfo del Frente Popular en febrero de
1936.”
Estalló
el terrible golpe militar de julio
de 1936, obra de los que nunca aceptaron la República, y ocurrió la
subsiguiente guerra civil. A José “Carnes” le pilló la tragedia ya en
Villanueva y formó parte del llamado “Comité de guerra”. Durante la guerra fue
miembro de la organización local del Frente Popular, pero en representación del
PCE, al que se adhirió hacia 1936. Al final de la guerra, figuró entre los
comunistas apresados por los casadistas sublevados. En la noche del 26 de marzo
de 1939, con los franquistas ya en Pozoblanco, alguien les abrió la puerta de
la prisión y cundió el “sálvese quien pueda”.
José
“Carnes”, con más de 50 años, buscó refugio por la zona de La Garganta, junto con el grupo del líder Julián Caballero. Luego,
se separaron y los grupos se hicieron más pequeños. Sánchez Gómez merodeó
siempre al norte de Villanueva. Entre sus compañeros estuvo siempre Miguel “El
Parrillero” y alguno más. En 1940 (según la Causa
1.546/1941, Archivo Militar de Sevilla) se constituyó en Villanueva el
primer comité clandestino del PCE,
al mando del zapatero José Vioque “El Reciencenao”, siendo los miembros
restantes: María Muñoz Caballero (La Loba), Isabel Gutiérrez Romero (La Chata),
Dolores Romero Cachinero (Hermana del diputado Adriano), y Miguel Cabrera
Agenjo. Recibían instrucciones de Adriano Romero, preso en Córdoba, notas que
sacaba su mujer Victoria Fernández en un cesto de doble fondo. El principal
encargo era recaudar ayudas para los
presos en Córdoba, que se estaban muriendo de hambre, como era cierto. Adriano mandó una carta para Julián
Caballero. Los del Comité de Villanueva, sobre todo “El Reciencenao”, se
afanaban en contactar con Julián Caballero.
Tomaron
contacto con “El Serranillo” y otros tres al Sur de Villanueva, por Navalonguilla, en el sitio La Fuente
del Milagro (junio 1941). Y otra vez, con “Los Jubiles”, en la Loma del Sacristán, en la Pizarra, a
unos 20 kms. de Villanueva, pero éstos no sabían nada de Julián Caballero. Más
suerte hubo al Norte de Villanueva. Un día (mayo 1941) José Vioque se encontró
en el pueblo con David Castro Romero “Farola”, cuyo cortijo en la Dehesa de Navaluenga o Dehesilla se
había convertido en un punto de apoyo de los huidos. “Farola” le dijo que los
iba a ver al día siguiente, y estaba comprando vino y algunas cosas. Y se
fueron juntos para allá. Vioque se llevó la carta de Adriano, que estaba en casa de Dolores Romero (calle
Tetuán). Y al cortijo llegaron José “Carnes”, “El Parrillero” y tres más
desconocidos. José Vioque le entregó la carta a José Sánchez Gómez. Con estos
huidos se volvieron a ver en otras ocasiones en el cortijo de “Farola”. Pero
con Julián Caballero no pudieron contactar.
El
único enlace que tenía Julián era Juan
Reyes Gómez, de la calle Amargura, 5, que estaba de carbonero en la sierra.
Era cuñado de Mª Josefa “La Mojea”. En general, por los años 1940 y 1941, los
enlaces eran: Dolores Castillo (mujer de Julián), la mujer y las hijas de José
“Carnes”, la mujer y el hijo de Bartolomé Caballero, entre algún otro. Les
llevaban ropa y alimentos. En otra ocasión, Juan Reyes le llevó a Julián un
envío del maestro don Manuel Torralbo
“Mazo”: un periódico ABC y una carta con un informe escrito sobre la
situación nacional e internacional. Julián le devolvió una nota con su
agradecimiento. Esta relación se descubrió luego y “Mazo” fue a la cárcel.
Todos los demás, incluido el comité, cayeron en una gran redada en septiembre
de 1941, con muchos más de cien procesados: de Villanueva, Jaén, Linares,
Córdoba y Sevilla. “El proceso de la centena” supuso entre 2 y 5 años de cárcel
para las víctimas.
Veamos
el final de José Sánchez Gómez. Él formaba grupo con Miguel “El Parrillero”,
sobre todo, pero a veces se juntaban con Basilio “Panza”, “El Carpeño”,
“Cerote” y alguno más. No sabemos por qué, el 24 de noviembre de 1941 estaba solo en
un sitio cerca de Ovejuelo
(dirección a Conquista), seguramente porque estuviera enfermo o por ahorrarse
alguna larga caminata, ya que contaba 53 años. Tenían algún enlace o punto de
apoyo en el próximo cortijo de Antonio López, cerca del sitio Peñascares de Illescas. El enlace, en vez de llevarle medicamentos,
le llevó la Guardia Civil. Así, sin más detalles, acabó toda una vida dedicada
a un obrerismo secularmente acosado. En su bolsillo se encontró la carta de
Adriano, que todavía no había podido entregar a Julián Caballero. Ello provocó
nuevos detenidos en Villanueva (Causa
1.354/41). Así llegó el final sangriento de la vida de José “Carnes”, igual
que el de infinidad de luchadores antifranquistas. Fue la masacre lenta de una
clase social.
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